martes, 16 de noviembre de 2010

FACTORES ENDÓGENOS Y EXÓGENOS INFLUYENTES EN LA CRIMINALIDAD DE MENORES.

Toda comunidad humana y en particular el estado como sociedad temporal, aspira a la preservación de su propio ser, de su salud física y espiritual, pues solo sobre esa base puede cumplir normalmente su actividad y así alcanzar sus fines propuestos. De allí, pues, que por vía de la costumbre o del mandato del legislador, el hombre haya desde siempre ordenado la vida comunitaria y haya previsto diversos medios para contener y repeler cuanto pueda para hacer peligrar su supervivencia y felicidad.

La vida social es una propiedad de la naturaleza humana, la que se encuentra ordenada a la consecución de bienes que el hombre solamente puede obtener en común. Asociado el estado, quiere bastarse a sí mismo, lo que constituye a la vez un fin y una felicidad, eso explica que el hombre defienda con tanto énfasis la organización social como defiende su existencia individual.

La delincuencia nace del acontecimiento de apetitos e inclinaciones contra el bien común, la autoridad pública implementa medios jurídicos y genera acciones, aisladas o concertadas como respuesta indispensable para asegurar o restaurar la salud física y espiritual del cuerpo social.

En el panorama de la delincuencia general, los hechos delictivos protagonizados por individuos de menor edad importan una porción cuantitativa y cualitativamente importante, y por ello han sido objeto desde principios del siglo pasado de acuciosos estudios y eventos nacionales e internacionales, pudiendo ilustrar que entre los años 1930 y 1960 se realizaron mas de 100 congresos en el mundo bajo dicha temática.

No podemos dejar de lado que al adentrarnos en el mundo de la delincuencia en menores, debemos enfrentar una cultura principalmente occidental basada en lujos, comodidades y placeres, en resumidas cuentas de confort, y que la carrera por alcanzarlo ha acarreado no pocas situaciones de injusticias.

La sociedad materialista, fundada en el lucro individual, genera el desorden de los espíritus rendidos ante el egoísmo como estímulo para la vida, al que sigue como consecuencia invariable, la grave perturbación de las propias relaciones sociales, en parte por la insatisfacción de bienes materiales, y en mucho por la vacuidad del consumo desenfrenado y la desorientación sobre el destino humano. De aquí que podemos observar a nuestro muy cercano alrededor que la delincuencia en menores no es exclusiva, como pudiera pensarse, de clases sociales marginadas, sino que también a permeado a los estratos más altos de nuestra sociedad.

La delincuencia juvenil, es una grave alarma social que ha obligado a la mayoría de los estados a invertir grandes cantidades de recurso humano y económico con la finalidad de erradicarlo, buscando obtener como objetivo: 1) La protección del delincuente joven, haciendo cesar la situación irregular que padece, y la defensa del bien común, en la consolidación de la justicia y la paz social.

Los estudios iniciados por distintas ramas del conocimiento humano acerca de la delincuencia en menores, han arrojado un valioso aporte para su prevención y tratamiento, tal es el caso de los estudios en sociología, psicología, criminología y por supuesto el derecho.

Debemos de entender que el ser humano se rige por leyes físicas, químicas, biológicas e instintivas en su corporeidad y sensibilidad, pero que regula su integridad por leyes éticas que lo encauzan hacia su plenitud existencial. La circunstancia de que en sus primeros años de vida muestren al hombre ligado a la satisfacción de sus apetitos, y de que frustraciones y conflictos graves subyazgan en un plano no consciente por su escasa racionalidad, que lo veda por resolver y asumir en un nivel consciente y que éstos apetitos dormidos resurjan por hechos actuales y motivadores.

Así podemos hablar de factores internos (endógenos) y externos (exógenos) que presionan a los elementos dinamizadores de la vida humana a saber:



                                            La herencia;
                                            La gestación;
  Factores Endógenos      La deficiencia mental y
                                            Las enfermedades psíquicas.



                                             La familia;
                                             La escuela;
Factores Exógenos           El grupo étnico;
                                             El barrio y
                                             La sociedad global.


Los factores externos son los que actúan dinámicamente desde el exterior, integrando el marco social dentro del cual se desenvuelve su vida, todos los autores coinciden en la decisiva influencia que tiene el entorno con el ser humano, y de ello debemos acotar que no existe un único factor en el entorno que desencadene el actuar antisocial, sino que son la pluralidad de ellos los que ejercen presión en distintas modalidades y niveles.

1.    La familia: La célula de la sociedad tiene como responsabilidad entregar al menor su calidez  afectiva, la cual se requiere para su normal desarrollo, así como suministrarle los medios indispensables para encaminarse hacia su plena realización. Los padres son quienes transmiten la vida y con ella contraen la gran responsabilidad de nutrir y educar a su prole. (Ejemplo de menores indigentes- a falta de padres entre ellos mismos crean sus lazos afectivos principales y derivado de su propia inexperiencia es que toman caminos torcidos). La familia descansa en un principio fundamental, el cual se basa en que ellos comprenden la trascendencia de la misión que han emprendido, esto en obediencia a un llamada natural. Elementos de cohesión familiar: amor, comprensión, autoridad, guía, experiencia, responsabilidad.

2.    La escuela: En conjunto, gobierna el desarrollo y devenir del menor en medida decisiva, es en ese lugar donde el menor se reúne por primera vez con otros niños quienes a su vez se encuentran en un nuevo circulo social fuera de lo ya conocido, es decir de la familia; al llegar a este nuevo circulo debe de integrarse a un nuevo o nuevos grupos sociales, compartir espacios u tareas con desconocidos quizá de edades mayores a la suya y viceversa. No es raro encontrar que en el ámbito escolar, el menor es valorado con arreglo a su capacidad y al resultado de su trabajo, y así recibe un puesto fijo en la comunidad escolar.

El entorno escolar promueve la aparición de la pandilla porque los jóvenes se asocian para el juego con grados de participación distintos según el tiempo y en ella se entrelazan mediante mecanismos de identificación. (ejemplo de los equipos de futbol y los grupos en la prepa). El aspecto escolar debe de contar con fuertes y cercanos vínculos con el familiar, ya que durante varios años de vida del menor, será su constante realidad.

3.    El grupo étnico: Ejerce influencia antisocial cuando pera a partir de que alguno de los miembros del grupo hace de su propia peculiaridad étnica, el motivo para ser desechado de otros grupos, motivándolo a juzgar y al rencor, pudiendo llegar a la conducta delictiva. (ejemplo de prisiones en EU y las bandas).

4.    El barrio, la colonia, Etc.: Constituye el entorno inmediato del hombre, y en él el menor entabla relación con sus vecinos de edades similares, hijos las familias de las proximidades con una duración dependiente del tiempo de residencia en el lugar.

5.    La Sociedad en general: Las influencias indirectas de la sociedad se reciben a través de la familia, que acusa los impactos de las contrariedades y las transmite a la prole. La dificultad para procurar el sustento, debidas a la carencia de trabajo o a salarios mal pagados por debajo del mínimo indispensable para la subsistencia claro que son factores que influyen el desarrollo y ambiente familiar,  generando una tensión domestica de conflicto y destrucción. Así podemos explicar muchas fugas de niños y adolescentes.

El ataque mas poderoso lanzado contra la familia y la minoridad radica en el ambiente de pública inmoralidad que las envuelve, con la tolerancia de los gobernantes, lo que estimula el adulterio, el aborto y hasta el abandono infantil. A esos canales de presión indirecta se agregan otros que posibilitan las consecuencias en el menor, tales como los hoy indispensables medios de comunicación, los cuales si bien es cierto han tenido un avance vertiginoso en las últimas décadas, también han abierto la puerta nuevas formas de consumo y a desinformación, tal y como lo vemos en la admiración que despierta en los menores las mercancías expuestas en internet, las grandes portadas y escaparates, así como los héroes fantásticos q a quienes todos los menores quieres imitar para obtener sino los poderes especiales, si esa vida cómoda y resuelta que da el poder de cualquier especie, en nuestro caso específicamente el económico.

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